Publicado: 4 de Abril de 2024

Para conocer la vida de un misionero como el Apóstol Pablo, primero necesitamos saber algo de sus orígenes y de las actividades que ha llevado a cabo antes de serlo. La centralidad de la conversión a Cristo y los pormenores de su llamado. Conoceremos también cómo Dios ha preparado las circunstancias para llevar a cabo los propósitos que ha determinado con esa persona. La primera experiencia de ministración y el primer mentorado que tuvo la oportunidad de obtener. Y finalmente detenernos en qué principios son instalados en su corazón, que vinieron a ser sustento de su vida y labor.


Primera parte: experiencia pre-misional

Hay suficientes marcas en la vida anterior de Pablo como misionero, para terminar, señalándolo como un persona que, sin lugar a dudas, a los cristianos de su época, les resultaba un hombre peligroso. Los textos bíblicos de Los Hechos de los Apóstoles así lo ponen de manifiesto.


PABLO: UN HOMBRE RELIGIOSO, DE PROFUNDO CELO, DETERMINADO Y NADA PERMISIVO


“Los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo”. Hechos 7:58 b.


“Y Saulo estaba allí, dando su aprobación a la muerte de Esteban” (v.1). Hechos 8:1 y 3.


“Mientras tanto, Saulo perseguía a la iglesia: entraba de casa en casa y sacaba a rastras a hombres y mujeres para mandarlos a la cárcel” (v.3).


“Mientras tanto, Saulo no dejaba de amenazar de muerte a los creyentes en el Señor. Por eso, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas de autorización para ir a las sinagogas de Damasco, a buscar a los seguidores del nuevo camino, hombres y mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén” (Hechos 9:1 y 2).


En estos pocos versículos hay una importante acumulación de actitudes y actividades de parte de Saulo, que ponen de manifiesto ese gran carácter de: hombre religioso, de profundo celo, determinado y nada permisivo.


Su lugar de nacimiento: Fue en la ciudad de Tarso. Aunque era judío tenía la ciudadanía romana; este es un caso algo especial, pero que era permitido en el Imperio Romano.


Desde el año 2015, el Gobierno de España, ha comenzado a reconocer la nacionalidad a judíos sefarditas descendientes que, sus familiares fueron expulsados de España en el Pogromo de Isabel y Fernando, reyes de España en 1492. Así es como 50.000 judíos ya tienen la doble nacionalidad: española e israelí.


Familia: De abuelos y padres hebreos.


Tribu: de Leví.


Sus creencias dentro del judaísmo: Ortodoxo. Fariseo.


Su maestro: Gamaliel.


Su profesión laboral: Diseñador y constructor de tiendas /carpas para vivir, o para almacenaje y para trabajos.


Ocupación dentro de las estructuras religiosas y sociales: Fariseo (esto es, juez).


Su militancia e involucramientos en la defensa de las creencias ortodoxas judías: Por su gran celo como juez fariseo, su buen tiempo a combatir a la llamada secta de los Nazarenos (los seguidores de Cristo). Había alcanzado notoriedad en su participación en los arrestos de estos seguidores del galileo y tenía un gran reconocimiento y confianza de parte de los sacerdotes del templo de Jerusalén. Alcanzó el grado de comisionado por el sumo sacerdote y dirigía las operaciones de arrestos y ejecuciones de algunos seguidores de Cristo.


La actitud para con los judíos que se habían convertido en seguidores de Jesús: Saulo era destacadamente celoso en el cumplimiento de sus quehaceres para la defensa del judaísmo y el proceso de erradicar a los seguidores de Jesús dentro y fuera del territorio de Israel.


Conclusión

Saulo era un hombre con una espiritualidad, según las directrices del fariseísmo, siguiendo la interpretación que estos hacían del Antiguo Testamento; era un hombre sin una verdadera percepción del Espíritu de Dios. Vivía y actuaba basándose en la defensa de la religión judía, más que el deseo de fomentar la relación sincera de los judíos con Jehová, el Dios de Israel; tenía el deseo de impedir el crecimiento de la secta de los nazarenos y defender la visión y el entendimiento que tenían los fariseos acerca de las profecías de la venida del Mesías.


Saulo, joven con talante inquisidor, decididamente activo y comprometido en la lucha contra los testigos de Cristo, con seguridad para el tiempo de la muerte de Esteban ya era alguien prometedor en el trabajo de las acciones persecutorias contra los cristianos. No se podía entender que el grupo que asesinaría a Esteban, pusiera las ropas de este a los pies de Saulo, sin que estuviera comprometido en lo que estaba sucediendo, y así el texto nos lo hace saber que consentía o aprobaba su muerte (Hechos 8:1).


Aunque esta es la explicación desde la perspectiva humana (que las ropas de Esteban fueron custodiadas por alguien que estaba a favor de su muerte), también podemos ver este episodio desde una perspectiva espiritual.


Sabemos que en el trasfondo del Antiguo Testamento, cuando las ropas de un profeta, de un rey o de un cargo relevante eran usadas o puestas encima de otro, se convertía en un acto profético, representando que el poder y el estilo de vida del portador de esas ropas, iba a ser ahora asumido y vivido por el que recogía las ropas.


De hecho, es un simbolismo o acto profético. Cuando las ropas de Esteban son puestas a los pies de Saulo, desde la perspectiva divina, se estaba produciendo el acto profético sobre la vida de Saulo llevándole más tarde a convertirse en el Apóstol Pablo, que a semejanza del que llevaba la ropa (Esteban) daría testimonio de Cristo y moriría por Él.


Aplicación

¿Qué os parece el futuro siervo y misionero Saulo?


¿Ha empezado bien?


Con un acto profético sobre su vida, que ni él mismo estaba percibiendo.


Ahora ¿qué de ti?


¿Qué te ha acontecido en tu vida que marca simbólicamente que tu eres (lo veas o no), (lo creas o no) un siervo misionero de Dios? Debes pensarlo bien... Y entender tu vida desde esta perspectiva de “llamado a ser lo que Dios ha planeado contigo, lo que Dios ha planeado que seas.A los cristianos de su época, Saulo les resultaba un hombre peligroso.