Publicado: 18 de Enero de 2024

El Señor anduvo por los caminos.

“Iba Jesús de camino, cuando vino uno corriendo, se arrodilló delante de él y le preguntó: Maestro bueno, ¿qué he de hacer para alcanzar la vida eterna?” (Marcos 10:17).

“En esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que Jesús pasaba por allí, se pusieron a gritar; Señor, Hijo de David, ¡ten compasión de nosotros! Entonces Jesús se detuvo, los llamó y les preguntó ¿Qué queréis que haga por vosotros?” (Mateo 20:30-32).

“Por tanto, id a las encrucijadas de los caminos e invitad a la boda a todos los que encontréis. Salieron los criados a los caminos y reunieron a cuantos encontraron, lo mismo malos que buenos. De esa manera, la sala de bodas se llenó de comensales” (Mateo 22:9,10).

“El señor le contestó: Pues sal por los caminos y veredas y haz entrar a otros hasta que mi casa se llene” (Lucas 14:23).

Son muchas las Escrituras que, en formas diversas, Jesús llama a su iglesia a que emprenda labores de ciudad en ciudad; y eso implica iniciar trabajos de evangelización fuera de nuestro entorno para ir a anunciar las Buenas Nuevas de salvación en los pueblos y ciudades que están situadas en cuantas rutas haya y conozcamos.

Teniendo en cuenta los miles de municipios (7.135) que están sin presencia de testimonio cristiano, que ayude a las personas a reconciliarse con Dios por medio del arrepentimiento de sus pecados y el nuevo nacimiento, el optar por interesarnos preferentemente por las grandes ciudades, donde puede que haya cientos de congregaciones funcionando, no es tener en cuenta a las gentes que viven en esos más de siete mil municipios sin testimonio.

Somos llamados, como Ministerio de Evangelismo a Fondo España, a motivar, a informar y a aportar datos estadísticos y Mapas, de los pueblos sin iglesia, a todo el espectro cristiano evangélico que está dentro del país y a los que viven en otros países y que tienen interés y llamado de Dios, para venir a trabajar para el Señor en España.

España no es Roma, pero se le parece

La red de calzadas romanas, en todo el Imperio era de 80.000 kilómetros, y su utilización fue vital para la expansión del cristianismo en toda Europa y todo el norte de África y Turquía. Pero, en nuestra nación, España ¿Cuántos kilómetros hay de las llamadas vías de gran circulación entre ciudades? Las vías de gran capacidad, en toda España alcanzan la cantidad de 97.671 kilómetros. Hay, además, 67.772 Kilómetros de vías secundarias, es decir, de baja intensidad o caudal de tráfico diario.Hayuntotal de kilómetros de vías de circulación, de ambas categorías, la cantidad de: 165.443 Kilómetros.

Me pregunto, ¿en qué medida hoy, las calzadas y autopistas construidas en el presente son de ayuda en el trabajo de expansión del evangelio y la plantación de más congregaciones, especialmente allí donde todavía no hay presencia Evangélica protestante? También me pregunto; ¿tiene sentido tener en cuenta los trazados de las vías hoy para desarrollar estrategias de plantación de nuevas congregaciones?

Y, además, ¿cuáles serían las vías consideradas estratégicas? Ya que no todas las vías denominadas estratégicas pasan solo por ciudades importantes, por su cantidad de habitantes y por su interés histórico, ¿qué pasará con las ciudades y pueblos pequeños que están en la trayectoria de las vías mayores? ¿Nos pararemos en ellas para alcanzarlas con el Evangelio, aunque tuvieran menos de 2.000 habitantes? O nuestra actitud sería, la de pasar de largo...

También convendría estudiar, en qué manera ayudaría a lograr una red de iglesias, fundadas en base a los trazados de las principales vías de comunicación entre ciudades. ¿Tendría un impacto importante en las áreas de las relaciones entre congregaciones, las relaciones entre el liderazgo denominacional y también en el interdenominacional? ¿Los creyentes se estarían relacionando más y mejor con los hermanos de las otras congregaciones? ¿Nuestra economía sufriría menos?

Las congregaciones situadas a orillas de las más importantes vías de comunicación serían las que tendrían la responsabilidad, por cercanía y por entender más y mejor el contexto, las que se dedicarán a plantar otras congregaciones en las ciudades de su alrededor, las que en su mayoría tendrían menos habitantes, pero quetienen la misma necesidad de que se les lleve el Evangelio del Reino y de la Gracia en Jesucristo.

Si tenemos en cuenta la forma en que los apóstoles, maestros, profetas y evangelistas plantearon su trabajo para alcanzar las principales ciudades del Imperio romano de su tiempo, podremos ver claramente que, ellos fueron situando congregaciones en base a las principales vías romanas de comunicación que, unas veces eran por tierra y otras por mar.

Al igual, que tenemos conocimiento de los viajes de Pablo, hay recorridos misioneros fundando iglesias y atendiendo a los convertidos. Ninguno como Pablo, que fue enviado por el Señor a los pueblos de los gentiles; pero los demás apóstoles, no todos, no estuvieron solamente en Jerusalén y alrededores.

Creemos que, con esta estrategia se podrían conseguir una serie de ventajas. Por ejemplo; la mayor facilidad en los desplazamientos; el abaratamiento en los costes de desplazamientos; una mayor contacto entre los líderes; un mayor contacto entre los creyentes; una mayor visualización de las ciudades alcanzadas; una facilidad para celebrar encuentros inter-eclesiales; una ampliación de corredores de presencia Evangélica; una mejor facilidad para que los inmigrantes sepan donde se pueden encontrar hermanos y congregaciones para reunirse. Y otras opciones más que pueden ser sugeridas entre todos.

Durante la presencia del Imperio romano en España, basándose en el tráfico de mercancías, se crearon vías de comunicación y a estas se les dio nombre; por ejemplo, “Vía de la Plata”. También “Vía de la carne” (por el trasiego de animales). Otra, la “Vía del aceite y del vino”. Y por supuesto, la “Vía de los cereales y granos”. Eso hacía reconocible, no solo los mayores tipos de mercancías de tales zonas, también se las conocía e identificaba en los “Mapas” de aquellos tiempos.

Además, como los historiadores nos han dado a conocer que, el Imperio tuvo siempre como objetivo principal al construir su amplia red de carreteras/vías, la facilidad para el desplazamiento de sus tropas; porque es con sus ejércitos que conseguía dos objetivos principales: la defensa de los territorios ya conquistados y en segundo lugar, poder llegar a conquistar nuevos territorios.

Teniendo en cuenta estos dos objetivos del Imperio; nosotros para el avance del Reino, bien podemos considerar que tales objetivos son asumibles como estrategia de implantación y de conservación de lo que ya hemos alcanzado; esto da sentido y razón a nuestro planteamiento sobre si es pertinente considerar el uso de los trazados de las autopistas y otras vías de gran capacidad, para promover el avance de la Obra de Dios en España.

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